La tarde de un miércoles 3 de mayo quedara grabado para los kiwe thegnas que lo vieron por última vez sonriente, animado para lo que fuera, una persona muy activa dentro del proceso de la guardia indígena. Pero la tarde del sábado 6 de mayo quedará en la memoria de la comunidad y aquellos que por última vez lo vieron antes de que su cuerpo retornara a la madre tierra.
En la vereda San Antonio resguardo de Pitayo, Municipio de Jambaló, ese día del sábado 6 de mayo, Jhon William Vargas, un miembro apreciado de la comunidad, retornó al seno de la madre tierra, dejando a sus amigos, allegados y familiares con un profundo sentimiento de tristeza y pesar.
El polideportivo de San Antonio, lugar donde se despidió a Jhon, estaba acompañado de una tarde muy soleada, minutos después cuando su hija se despedía de los restos mortales de su padre, el lugar fue cubierto por una espesa niebla y una suave brisa que duro aproximadamente unos 20 minutos, como si la madre naturaleza quisiera llorar con ellos la partida de uno de sus hijos. Los presentes lo sintieron así, y como lo decimos en el pueblo Nasa, la naturaleza también llora a sus hijos que son arrebatados de manera violenta.
La comunidad se unió para ofrecer sus últimos respetos a Jhon William. Se escucharon lamentos y oraciones, mientras los amigos compartían una dedicatoria musical, canciones que marcaron el momento de tristeza. Sus amigos más cercanos, visiblemente afectados, le dedicaron palabras de despedida, describiéndolo como una persona amable, generosa y solidaria.
Jhon, quien pertenecía a una comunidad Nasa, había sido una figura importante como Kiwe Thegna en la lucha por la protección de los derechos de la comunidad. Muchos recordaron su compromiso y dedicación en esta lucha, destacando su valentía y perseverancia. La despedida de Jhon fue un momento emotivo y triste, pero también una muestra de la fuerza y solidaridad de una comunidad en momentos de dolor.