La fundación AUSFER y la comunidad indígena de Solapa, realizaron acciones por el medio ambiente, contribuyendo al cuidado de los espacios de vida.
La comunidad de Solapa, queda ubicada en la parte alta del resguardo de Jambaló donde el 100% de los mayores, mayores conservan el idioma ancestral del nasa yuwe, cuenta con 356 habitantes, 98 familias, en lo ambiental cuentan con 50 ojos de agua protegidos por la comunidad, su economía se basa en la siembra y cosecha de la cabuya, se innova en el cultivo del café, la ganadería y los frutales, cuenta con organizaciones comunitarias entre ellas la junta padres de familia, tienda comunitaria, grupos de amistad, kiwethegnas, khambu’wesx y como enlace institucional la junta de acción comunal.
Es por eso que el pueblo nasa de la vereda Solapa, el pasado lunes 23 de enero realizó el primer espacio comunitario con la participación de niños, jóvenes, adultos y mayores que desde la minga sembraron más de 1.210 árboles (alisos), logrando así reforestar dos hectáreas de terreno; la comunidad es consiente que se deben cuidar estos espacios de vida, ecosistemas que son protegidos por las comunidades indígenas para la supervivencia e importantes para la conservación de la biodiversidad, ya que las comunidades indígenas nasas y otros pueblos hemos conservado la armonía con la naturaleza; sin embargo, los espacios de vida a menudo están siendo amenazados por la expansión de multinacionales en supuestos proyectos de desarrollo que implican un daño al medio ambiente.
Como pueblos indígenas nos hemos caracterizado por ser los defensores de la madre tierra, en el cuido de los recursos naturales y el entorno territorial pensando en las nuevas generaciones, que si lo analizamos es probable que en el futuro tengamos un medio ambiente seriamente dañado, si desde hoy no actuamos en el cuidado ambiental el cambio climático, la deforestación, la contaminación del aire y del agua, la pérdida de biodiversidad y la sobreexplotación de los recursos naturales que son algunos de los problemas ambientales más graves a los que nos enfrentamos actualmente. Si no tomamos medidas para abordar estos problemas de manera urgente, es probable que las futuras generaciones hereden un mundo con clima más cálido y menos estable, con menos ecosistemas, especies naturales y con menos recursos naturales disponibles para satisfacer las necesidades de la población.